Curso de mentoría

TEMA 2. Introducción al método MEJORA

Queremos recordar, en primer lugar, que la conversación de mentoring es “estructurada” y  tiene tres grandes etapas: Conectar, Conversar, Cerrar.

También recordamos que el mentoring es un acuerdo de colaboración entre el mentor y el alumno por el que aquél acompaña y guía a este en el análisis y toma de decisiones para la consecución de unos objetivos de mejora en las áreas o aspectos que él establezca, lo cual es esencial para que tenga un fuerte compromiso con las acciones que va a poner en práctica.

La herramienta clave de una buena mentoría es la conversación y, con ella, el lenguaje que se ponga de manifiesto en el proceso. Queremos que ayude al mentorizado a tomar mayor y mejor conocimiento de sí mismo, establecer sus objetivos, y a hacerse responsable de ellos mediante el compromiso.  

1. Conectar 

En un caso como el nuestro, en que el mentorizado es un adolescente, este primer paso es esencial y le dedicaremos una sesión entera (sesión 3).

Conectar es establecer una relación de confianza y afecto con el mentorizado que le predisponga para su proceso de mejora. Hay dos ámbitos de conexión: por un lado, la conexión emocional con el mentor y ,por otro, la conexión con el proceso de mejora: ser consciente de su interés y de su valor. La conexión emocional lleva a la confianza y la conexión con el proceso al compromiso. Un buen mentor genera confianza y compromiso.

2. Conversar

La conversación de mentoría está cimentada en un acuerdo o alianza entre el mentor y el mentorizado donde cada uno se compromete a unas cosas. Es importante dedicar un tiempo a verbalizar ese acuerdo. Ahí puedes proponer las “reglas del juego” de esa conversación: confidencialidad, puntualidad, sinceridad, etc.

La conversación de mentoría está estructurada en los pasos del acrónimo MEJORA que nos ayuda a recordar los seis del proceso y el objetivo: mejorar.

METAS. 

Dentro del tema del que el mentorado quiere hablar, hay que aterrizar pronto en las metas que quiere proponerse. Sin metas no podemos trabajar y menos con un adolescente. Estas metas han de ser medibles, alcanzables, realistas y que se puedan concretar en el tiempo. Es vital que sean metas planteadas por el  mentorizado, para que sienta que son SUS METAS (no las del mentor); de este modo es mucho más fácil que se comprometa.

EXPLORAR. 

Debemos explorar su situación actual respecto a la META en cuestión y analizar cuál es la realidad respecto a ELLA. Ambos debemos profundizar en el objetivo planteado para entender para qué quiere avanzar en esa dirección (sus ilusiones) y qué barreras encuentra (sus dificultades).

JUICIOS. 

Todos hacemos juicios, tenemos creencias sobre nosotros mismos. Muchas veces son juicios o creencias limitantes. Tenemos que analizar qué creencias o valoraciones sobre sí mismo o sobre la realidad son limitantes y  le impiden o, por el contrario, facilitan llegar a la meta que se ha marcado (chicos con buena autoestima).

OPCIONES. 

Son las posibles acciones que el mentorizado puede hacer o dejar de hacer para avanzar en el camino escogido hacia la meta deseada. Es importante que el mentorizado genere, dentro de un orden, el mayor número de opciones que pueda. Se le puede ayudar pero han de ser “sus” opciones.

RESOLVER. 

Consiste en elegir una entre las posibles acciones que se han generado en el paso anterior. En este paso, valoramos, intuitivamente, las ventajas e inconvenientes de cada opción.

ACTUAR. 

Consiste en generar un plan concreto de las acciones que se van a llevar a la práctica. Para que pueda llamarse “plan de acción”, es imprescindible que haya una “planificación” temporal: una indicación de cuándo el mentorizado se compromete a realizar cada acción.

3. Cerrar 

Podemos hablar de un cierre global al acabar todo el proceso de mentoring o de cierres parciales en cada una de las conversaciones que tenemos. En ambos casos habrá que atender al cierre emocional con el mentorado y al cierre de las metas u objetivos. En relación a este segundo aspecto, en el cierre global conversaremos sobre aquello bueno que ha empezado a hacer y sobre aquello malo que ha dejado de hacer así como el proceso seguido. En los cierres parciales recordaremos los compromisos que ha adquirido consigo mismo ( y con el mentor) y las mejoras ya conseguidas.

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